El poder comunicativo de la Imagen Personal… desde el punto de vista corporativo
Los mejores embajadores de una empresa son sus trabajadores, sin duda, pero, ¿son conscientes los responsables de RRHH o formación, gabinetes de comunicación, directivos o emprendedores del poder comunicativo de la imagen personal corporativa como carta de presentación profesional?
La importancia de cuidar la Imagen Personal
Hemos comentado en varios artículos sobre ya la importancia de la Imagen Personal para cualquier persona (directivos, emprendedores, personal de atención al cliente, etc.) y lo fundamental que es crear una marca personal a través de la imagen. Pero la imagen personal no es perfección, es coherencia entre quien eres y lo que quieres transmitir a nivel profesional por tu actividad, entorno, edad, valores de empresa, etc.
¿Sabes qué…?
- 7 segundos es el tiempo estimado para que tus interlocutores se lleven una primera impresión de ti y «no hay una segunda oportunidad para una primera impresión“.
- La imagen va más allá de la belleza y estética, el estilo es esencia e identidad. Y si tu puesto de trabajo, por actividad o directrices de empresa, requiere llevar un uniforme o dress code, intégralo con coherencia y flexibilidad para que te ayude a reflejar tu personalidad y cualidades oportunas según tus necesidades.
- El 93% de la comunicación es no verbal y el 7% verbal.
- La imagen es comunicación virtual y presencial… en esta era digital, hay que cuidar la imagen también en videollamadas, vídeos corporativos, redes sociales, etc.
Imagen Personal = Imagen Corporativa
Pero esta vez vamos a darle la vuelta y analizar la importancia de la Imagen Personal como herramienta de representación de la empresa o de tu proyecto.
Para muchos profesionales, la Imagen Personal es sinónimo de pura estética, peinado y maquillaje: ¿me corto o no el pelo?, ¿os gusta mi chaqueta roja para mi conferencia?… he perdido la cuenta de las veces que he oído “tenemos problemas más importantes, formar en fortalecer la carta de presentación de nuestros trabajadores no está dentro de nuestras prioridades en este momento”, etc.
En muchas empresas se ha desarrollado una hoja con pautas similar a “el uniforme siempre se tiene que llevar impecable” en el “Manual de bienvenida”, está muy bien, pero y si se les ayuda con formación práctica para integrarlo y aprender a sacar la mejor versión”. Algunos profesionales deciden imitar looks de influencers, error número 1 a evitar. Al igual que creer que hacer una sesión de fotos profesional es tener una imagen de marca por haber invertido en eso.
Sí, también hay empresas que saben que es importante cuidar de la Imagen Personal, pero no sabe cómo enfocarlo a trabajadores y contratan una Asesoría de Imagen Personal y Corporativa para mejorar su imagen externa y es que reflejar tu mejor carta de presentación es cuestión de conocimientos, habilidad y actitud.
La imagen es una herramienta de expresión, de impacto e influencia que queda proyectada como una carta de presentación: habla del trabajador, pero también de la empresa y es imposible evitar informar a través de ella. Por ello hay que gestionarla para que los interlocutores perciban con las cualidades empresariales que quieres transmitir.
Liderar la carta de presentación es básico y esencial para cualquier profesional y empresa en un mundo laboral cambiante y competitivo.
Agrade o no, una carta de presentación inoportuna puede conllevar la pérdida de una venta, el fracaso en una negociación, o influir de forma errónea en la percepción de una marca. Tratar la imagen con versatilidad, imprescindible para cualquier profesional, equipo o empresa.
Todo profesional es responsable de proyectar su máximo potencial a través de su Imagen Personal Corporativa y para ello hay que sentirse a gusto con uno mismo, conocerse y aceptarse. Adquirir habilidades para poder adaptar la imagen con flexibilidad sin perder esencia es la clave del éxito para ofrecer una carta de presentación eficaz y en nuestros talleres y asesorías ayudamos a que las personas sean capaces de hacer un autoanálisis y aprender a dar la mejor versión de sí mismos.
Todo empleado es la carta de presentación de la empresa
Las cualidades se transmiten a través del outfit/look: ropa, complementos, maquillaje, higienes, colores, etc. Comunicación no verbal: gestualidad, expresión facial, mirada, etc. Qué decimos y cómo lo decimos -comunicación verbal-. Sin olvidar el saber estar – saludar con un “buenos días”, el trato, la puntualidad, etc.- sin olvidar la actitud y aptitud.
Para potenciar la carta de presentación deseada hay que entender que todos tenemos las mismas herramientas, pero no la necesidad de hacer uso de ellas de la misma forma, por ello la imagen se convierte en una herramienta única e intransferible de impacto, influencia y esencia.
¿Sabes qué dice tu imagen por ti? ¿Qué comunica tu empresa a través de tus trabajadores?