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El Outfit como estrategia de comunicación política

¿Sabías que la elección del outfit político puede impactar en la percepción de una elección? El outfit de un político/a es una herramienta de expresión para influir en la percepción pública. La forma en que un/a líder político/a se viste comunica una amplia gama de mensajes, desde confianza y autoridad hasta cercanía y empatía o flexibilidad y dinamismo.

La coherencia entre mensaje político y outfit marca la diferencia

Es fundamental que los outfits de  políticos/as sea coherente con el mensaje que desean transmitir, considerando la estrategia, los objetivos y, por supuesto, la personalidad y el estilo personal. Las líneas, formas y volúmenes de una americana, blusa o vestido, junto con los colores y accesorios, juegan un papel crucial en la construcción del outfit del político/a

Asesorar en la imagen pública, requiere una visión integral y meticulosa. Cada detalle del outfit debe ser cuidadosamente calculado y trabajado para que  el mensaje político  genere una conexión auténtica con el público.

¡El outfit no solo es moda! Es una herramienta estratégica en la comunicación política que marca la diferencia a través de la indumentaria,  complementos y colores.

Ejemplos de outfits con impacto en la política:

El Outfit como estrategia de comunicación política

A lo largo de los años, el outfit ha evolucionado como un medio de expresión y activismo en el ámbito político:

  • La americana de pana de Felipe González del PSOE, en los años 70, para desmarcarse de la derecha.
  • Las mangas arremangadas de Barack Obama. Fue su sello de distinción personal como presidente de EUA (2009-2017). Especialmente en sus meetings electorales.
  • El vestido con mensaje de la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez, cuando asistió a la Met Gala en 2021.
  • La evolución del estilo de la vicepresidenta Yolanda Díaz de sumar. Sus outfits iniciales y evolución, jugaron a favor y actualmente en ocasiones le juega en contra.
  • El uso de outfits creados con prendas y complementos de diseñadores locales, como Michelle Obama.
  • Zelenski, el líder ucraniano, ha hecho de su atuendo militar su outfit habitual en cualquier contexto mundial político para transmitir que su país está en guerra.

Estos ejemplos demuestran cómo la elección de outfit y su estrategia puede tener un impacto de influencia en la percepción pública. Y en la carrera política de un/a líder.

Outfit político adaptado al mensaje y escenografía

Un ejemplo reciente, Pedro Sánchez en la convocatoria de ayer para notificar su decisión sobre seguir como presidente tras cinco días de reflexión. El outfit formaba parte del mensaje y lo adaptó con eficacia al mensaje, contexto y estilo: un traje azul oscuro, más oscuro de lo habitual, para transmitir seriedad, seguridad y autoridad. La corbata de color morado, comunicaba autoridad y feminismo (apoyo a su mujer). En su conjunto, le aportaba seguridad, poder y cercanía.

El outfit no solo moldea la imagen de un político, sino también su conexión con el electorado

¿Qué opinas sobre el papel del outfit en la política?

 

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La imagen política más allá de la palabras y marketing

El primer debate político televisivo fue el 26 de setiembre de 1960 entre el vicepresidente republicano Richard Nixon contra su rival a la presidencia, el demócrata, John F. Kennedy, lo retransmitido la televisión estadounidense a través de la cadena CBS en Chicago. Unas elecciones que daban como ganador a Nixon, quien subestimó el impacto y la influencia de la imagen frente las cámaras y no adaptó la indumentaria, gestualidad, mirada, postura corporal adecuada y, además, no quiso ser maquillado. Su imagen externa y comunicación no verbal no iban alineadas al mensaje. Todo lo contrario que Kennedy, que adapto su imagen con  flexibilidad, coherencia y autenticidad. Según los analistas, fue la clave de su éxito para ganar las elecciones y convertirse en presidente de los Estados Unidos. El resultado de esa intervención fue un cambio  en la comunicación pública política.

 

Primer debate emitido por televisivo Nixon-Kennedy 1960

La indumentaria como estrategia dentro de la imagen política

La ropa transmite información y es un medio de expresión para tod@ polític@.  Vestir determinadas ropas es símbolo de estatus social o también puede indicarnos que tal persona pertenece a una cultura, lugar, ideología, etc. Es capaz de seducir, provocar, dar formalidad, actualidad, ofrecer proximidad, dinamismo o inaccesibilidad.  Elegir las prendas de tu outfit/look para que ayude a  transmitir tu esencia más las cualidades, habilidades y competencias oportunas, clave para proyectar un mensaje eficaz según la actividad,  entorno, objetivos, estrategia, etc.

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CNN

 

La campaña política protagonizada por el expresidente Barack Obama para la presidencia en 2008 y para su  reelección presidencial en 2012, hicieron uso excelente  de la indumentaria para seducir y cautivar a la audiencia, quién no recuerda  la frase: «es hora de arremangarse», escenificada con camisa con mangas arremangadas con o sin corbata para proyectar, esfuerzo, trabajo, soy uno más  de vosotros. Sus outfits  transmitían energía, dinamismo, integración o jovialidad. Imagen, comunicación no verbal y verbal iba alineada para reforzar el mensaje y lo gestionaba con  autenticidad.

 

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Foto: Pool Moncloa/Fernando Calvo. La Moncloa, Madrid.

 

A nivel nacional, podemos destacar la imagen política de Yolanda Díaz, vicepresidenta  segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social,  quien ha presentado su candidatura a las elecciones generales con su nuevo proyecto político, Sumar. Sus outfits reflejan su esencia y además son gestionados para potenciar el mensaje y ganar visibilidad. Ha utilizado la indumentaria de forma estratégica para empoderar su imagen política sin renunciar a su feminidad. Aunque en las últimas semanas  podemos ver una sobreexposición de juego de prendas y complementos en sus looks que desvían la atención del mensaje y de la esencia de su estilo que tanto ha cautivado. En la comunicación de la imagen, a veces, menos es más.

Una imagen vale más que mil palabras…

Foto de la vanguardia de Andreu Dalmau/EFE  del lunes 24 de abril de los principales candidatos por la alcaldía de Barcelona, vemos a Xavier Trias, Ernest Maragall, el presidente de Pimec Antoni Cañete, Ada Colau, Jaume Collboni y Daniel Sirera, en el Born, antes del inicio del primer debate electoral, organizado por Pimec en el Born Centre Cultural. ¿Son conscientes los futuros alcaldables y sus equipos de comunicación que la indumentaria habla por ell@s y puede influirles en su gestualidad, postura corporal, mirada, etc.? 

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Ni la ropa, ni la comunicación no verbal y actitud de los futuros alcaldables comunica seguridad, credibilidad y cercanía, más bien tensión, incomodidad y desconfianza. Es importante ver la ropa como comunicación no verbal de manera unidireccional: qué ven los demás en nosotros. El 90% de la información que se recibe de una imagen pública política se percibe por la visión.

La imagen política pública va más allá de las palabras y el marketing, tiene que saber reflejar la personalidad,  sentirse confiado, potenciar fortalezas y gestionar las debilidades con seguridad de la imagen política de tod@ candit@. Agrade o no, la indumentaria forma parte de la carta de presentación & identidad y requiere de fiabilidad y autenticidad.  

 

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